Ignorado,
atrapado en la neblina,
de la indiferencia.
entre hombres
que apurados corren
a ningún lado...
Las horas se arrastran
agónicas
iguales,
vacías,
sordas…
Espejos rotos
astillados
con trozos del ayer,
una vida que se escurre
entre dedos temblorosos,
sucios
y solos,
tan tristemente
solos…
Ignorado del mundo, amado por el tiempo
ResponderEliminarY triste.
EliminarSaludos Sergio
Cada vez hay más...
ResponderEliminarBesos.
Asi es Toro.
EliminarBeso
Hay tanta soledad en la misma compañía... Creo que es el mal de nuestros días. Un abrazo, amiga
ResponderEliminarUna soledad que duele en los huesos.
EliminarBesos amig@mi@
Gabriela, cuantas veces vemos sentada en un banco o recostada contra un muro la soledad de soledades, con la mirada perdida quizás en recuerdos, quizás en dolores, y no nos atrevemos a entrar a su mundo para que sea más leve la tristeza, será prejuicio, vergüenza, o mezquindad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Puede ser un poco de cada cosa o miedo de ser rechazados, o vernos involucrados...
EliminarOtro abrazo para vos
Cada vez son más las personas que se sienten así.
ResponderEliminarBesazo
El mundo es cada vez más apático e indiferente, sumergido en su propio ombligo.
ResponderEliminarBesos Dolega
Esa tristeza se cura con amor y compañía que tanto necesitan.
ResponderEliminarBesos