lunes, 9 de septiembre de 2013

El dibujante

Apenas apareció mi corazón comenzó a bombear con una fuerza inusitada. El lo notó inmediatamente, vi la sonrisa autosuficiente que trató vanamente de disimular cuando se percató que lo estaba mirando. Ella también sintió algo, estoy seguro. Era muy joven e insegura así que hizo lo que él le ordenaba, y por lo tanto no nos cruzábamos jamás. Yo siempre me las ingeniaba para espiarla, y mi corazón preso de su hechizo, reaccionaba al instante. Comencé a odiar a Joaquín, me lo hacía a propósito, disfrutaba con mi sufrimiento, y mi desesperación iba en aumento. Lentamente la venganza fue tomando forma en mi cabeza, tenía que ser muy cuidadoso, ya que cualquier detalle podría fácilmente delatarme. Aproveché que el cierre de edición estaba próximo y Joaquín estaría nervioso para entregar a tiempo. Cuando sentado frente al tablero Joaquín dibujaba a mi amada, salí de de mi escondite y le grité fuerte que la amaba. Aprovechando el desconcierto de Joaquín vacié la tinta roja en su cubículo, llenando todo de sangre. Joaquín cayó al instante, aturdido, herido. Comenzó a alejarse de nosotros dificultosamente, mientras tomaba a mi amada en brazos para vivir nuestra peculiar historia de amor.

Texto presentado en el taller literario La búsqueda : http://tallerlabusqueda.wordpress.com/wp-admin/post.php?post=406&action=edit&message=1