domingo, 19 de agosto de 2018

Perdón





Juntó sus manos suplicándome perdón sin hablar. Aún no quería ceder. Siguiendo su juego, puse mis dedos como si fuera un arma, le apunté y disparé. Cayó al suelo. Me hizo sonreír. Me acerqué a levantarlo. Estaba muerto.

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