martes, 29 de enero de 2013

Anhelado final





La propuesta de este mes en Adictos a la escritura es el "Fin del mundo fallido".
Sentada en la cama, con las piernas arrimadas a su pecho, pendiente de cada ruido, Samantha esperaba el fin del mundo. Lo habían anunciado. Sentía que así seria, tal y cual lo habían asegurado. En tan sólo veintitrés años había conocido el dolor, la soledad, la desilusión... Su corazón se veía como un trapo viejo y sucio... Tenía miedo aunque en un punto sentía que era mejor así. Si bien era  difícil aceptar que todo terminaría, no podía pensar en otro día vacío, gris, sofocante... Hoy finalmente sería liberada... Se incorporó apenas para mirar por la ventana, el cielo era de un color azul noche brillante, salpicado de pinceladas grises y rosadas.
Sus padres y hermanos habían muerto siendo muy chiquita, en un accidente, habiendo sido ella la única sobreviviente. Jamás entendió por qué ni para que, hubiera sido mejor irse con ellos...
Miró el reloj, no sabía en qué momento exacto ocurriría. Su corazón latía desbocado, anunciando el final.
El mundo era un gran fiasco, donde la hipocresía, la traición, el engaño y la mentira estaban a la orden del día. Por eso era lógico su final. Ella esperaba otra cosa de la vida, no recordó un solo día de felicidad.
Comenzó a llover, al principio una lluvia fresca, tenue, que pronto se convirtió en una tormenta furiosa, con rayos, relámpagos y truenos iluminando el cielo. Se estremecía a cada instante.
- De modo que así será, dijo Samantha en voz alta, sorprendiéndose a sí misma con su voz. Así terminará todo...
Las puertas y ventanas abiertas golpeaban incesantes, con un viento impiadoso que las sacudía.
Samantha cerró los ojos y una luz penetró en sus pupilas, fue corriendo atraída por una fuerza desconocida. Un tibio calor se apoderó de su cuerpo entumecido, subiendo lentamente hasta cubrirlo todo. La estaban esperando, fue envuelta en un abrazo transparente, acogedor. Se sintió liviana, etérea, estaba rodeada del amor que tanto tiempo añoró. Era feliz, por primera vez en su vida era feliz.
Unos días más tarde encontraron a Samantha sin vida, sentada en la cama, con las piernas arrimadas a su pecho.

lunes, 21 de enero de 2013

El verdugo


Podría seguir durmiendo, hoy es domingo. ¡Qué pena! Debo ser la única persona en el mundo que no se alegra de tener un día libre. Es que amo mi trabajo, disfruto cada segundo. Ejecutar mi tarea es un elixir para mí. Hay personas que disfrutan del sexo, otras de la comida o la bebida. Yo en cambio gozo cuando llevo a cabo mi labor. Me levanto. Me preparo el desayuno y enciendo la televisión. Me aburro así que pronto me quedo dormido.

Las risas de unos niños me sobresaltan. No los soporto. Abro la ventana y les grito. Salen corriendo entre risas contenidas. Es una mañana soleada de verano. Lamento que no llueva torrencialmente, esos son los días que me gustan a mi, puedo quedarme horas contemplando el firmamento, enceguecido por los rayos que encienden el cielo.

Miro el noticiero, disfruto la sección policial. Nuevos asesinatos, crímenes pasionales, venganzas. Mi trabajo aumentará pronto, luego de los juicios y la infinidad de apelaciones que los malditos cuervos siempre sacan de la manga. Finalmente la justicia se impone, llegando a mis manos. Soy como Dios.

Almuerzo frugalmente, como es mi costumbre. Decido salir a caminar, a pesar de que el día no me agrada. Me pongo mi gorra y camino unas cuadras. Al llegar a la plaza me siento en un banco vacio. Pocos minutos después una joven se sienta a mi lado. La ignoro. Ella tiene ganas de conversar. Evidentemente está tratando de acercarse. No me interesa y se lo hago saber. Alcancé a ver una lágrima a punto de suicidarse antes de que saliera corriendo. Me rio, fui muy duro con ella.

Una vieja me está mirando, debe haber visto toda la escena. “¿Usted no tiene alma? ” me pregunta. La miro como quien mira a una cucaracha antes de pisarla. No le contesto. Me voy.

Cuando regreso a casa veo que hay un mensaje en el contestador. Una conocida adrenalina empieza a recorrerme. La oficina del fiscal me informa que mañana habrá una ejecución especial, las apelaciones no funcionaron. Mañana es el día. Imagino las últimas horas del infeliz, su sufrimiento me alimenta. Estoy contento. Recreo en mi mente tantos rostros, suplicantes, resignados, aterrados, llorosos. Me doy cuenta que estoy sonriendo, y por algún motivo regresa a mi mente la pregunta de la vieja ” ¿Usted no tiene alma? Definitivamente NO.

Trabajo presentado en el marco del Taller de Escritura "La búsqueda"

miércoles, 9 de enero de 2013

Lágrimas del cielo




Todo es gris, 

el día, mi pena, 

tu ausencia... 



No me acostumbro, 

aún cuando cambien 

los números del calendario... 



Tu muerte me arrancó las raíces 

haciéndome tambalear, 

dejándome a la deriva 

en un mundo que no comprendo. 



Te quiero, te extraño, 

te extraño, te quiero. 



Me mira tu imagen 

desde el frío cartón 

donde tu sonrisa 

quedó congelada. 

Tantas cosas me gustaría contarte, 

escuchar tu voz 

y tu abrazo, 

¡Cuánto necesito tu abrazo! 

Donde quiera que estes, 

espero que sepas que no te olvido .




Dedicado a mi madre en el día de su cumpleaños:

Feliz cumpleaños mamá. 


domingo, 6 de enero de 2013

El peluquero



Las confidencias fueron la clave. Nunca dejo de sorprenderme a mí mismo, es más, creo ser un caso único en la historia, sino díganme ustedes cuántas personas conocen que se enamoran de otra con lo que le cuentan de ella?
Los encuentros siempre fueron casuales, imprevistos. Jamás me animé a decirle nada, aunque bastaba su cercanía para que mi corazón se acelerase, mis manos comenzaran a transpirar, y su sola presencia me ponía nervioso. Para mí fue sencillamente increíble aceptarlo, ya que hasta ese momento desconocía que una persona así pudiera atraerme tanto. Mi sangre se alborotaba, me quedaba horas callado, pensando en cómo serían sus besos, sus caricias... Me enamoré de su juventud, de sus sueños, de sus proyectos para la vida, de su simpatía, de su sonrisa... Supe desde un principio que lo nuestro era imposible, aun así no pude evitar enamorarme como un adolescente a pesar de mis cuarenta y ocho años.
Cuando entraba en la peluquería mis mejillas se sonrosaban, me volvía torpe en un estúpido intento de que me viera atractivo, irresistible, cautivante...

Entró al local sumamente alterado, llevaba un arma en su mano. En  ese instante comprendí todo, demasiado tarde. Primero le disparó a su mujer, y cuando me apuntó a mí, de nada sirvió que le confesara cuanto lo amaba...

miércoles, 2 de enero de 2013

Una voz


Llegó a casa tarde, estaba agotado. Se descalzó y prendió la televisión. En el camino apretó el contestador para escuchar los mensajes. Volvió sobre sus pasos al oír una voz de mujer, melodiosa, suave, envolvente. Pronto comprendió que el mensaje no era para él , la dama se había equivocado de número.Volvió a escucharlo"Quería saludarte para fin de año, espero que a las doce brindes tambien por mi, te extraño, espero verte pronto..." Ni siquiera reaccionó cuando el tono de ocupado penetró molesto en sus oídos. Su mente vagaba imaginando a la dueña de esa voz sensual. Esa noche le costó dormirse, cuando por fin lo logró desfilaron por sus sueños rostros femeninos sonriéndole, llamándolo, seduciéndolo...


Se despertó temprano y fue corriendo a escuchar la grabación, una y otra vez... Perdió la cuenta de cuantas veces la oyó. Estaba fascinado, cautivado. Esa noche después de trabajar no volvió a casa, se sentó en la barra de Joe's mirando, buscándola...Habló con todas las mujeres que estaban en el lugar, después de unos minutos meneaba la cabeza, dejando a sus interlocutoras frustradas, fastidiadas, enojadas, curiosas. No se dio por vencido, al día siguiente volvió, y al otro, y otro también. No la encontró, estaba dispuesto a seguir buscándola, ella debía estar en algún sitio. El la encontraría, mientras tanto la tenía atrapada en una cinta, y todos los días le hablaba a él.