Llegó a casa tarde, estaba agotado. Se descalzó y prendió la televisión. En el camino apretó el contestador para escuchar los mensajes. Volvió sobre sus pasos al oír una voz de mujer, melodiosa, suave, envolvente. Pronto comprendió que el mensaje no era para él , la dama se había equivocado de número.Volvió a escucharlo"Quería saludarte para fin de año, espero que a las doce brindes tambien por mi, te extraño, espero verte pronto..." Ni siquiera reaccionó cuando el tono de ocupado penetró molesto en sus oídos. Su mente vagaba imaginando a la dueña de esa voz sensual. Esa noche le costó dormirse, cuando por fin lo logró desfilaron por sus sueños rostros femeninos sonriéndole, llamándolo, seduciéndolo...
Se despertó temprano y fue corriendo a escuchar la grabación, una y otra vez... Perdió la cuenta de cuantas veces la oyó. Estaba fascinado, cautivado. Esa noche después de trabajar no volvió a casa, se sentó en la barra de Joe's mirando, buscándola...Habló con todas las mujeres que estaban en el lugar, después de unos minutos meneaba la cabeza, dejando a sus interlocutoras frustradas, fastidiadas, enojadas, curiosas. No se dio por vencido, al día siguiente volvió, y al otro, y otro también. No la encontró, estaba dispuesto a seguir buscándola, ella debía estar en algún sitio. El la encontraría, mientras tanto la tenía atrapada en una cinta, y todos los días le hablaba a él.
Debe ser una voz magnífica.
ResponderEliminarNo lo va a tener fácil para encontrarla.
Besos.
Todo un desafío no?
EliminarBesos Toro :)
Siempre me quedo fascinado con tus relatos y la capacidad de envolverme en ellos
ResponderEliminarMe emociona tu comentario Sergio, de verdad !
EliminarSaludos :)
Guau, ¡qué bonito! ¿Dónde estará la dueña de esa bonita voz?
ResponderEliminarUn beso muy grande.
Quien sabe?> Por ahi...
EliminarBesos Towanda :)
Qué bien lo lograste. Algo así como soledad hasta el delirio, qué aparezca la dueña de la voz, jajaja!
ResponderEliminarJajaja, la vida tiene estas cosas que nos sorprenden... Tal vez la encuentre.
EliminarBesos Sara
Amiga,me has recordado toda a la Cenicienta, pero en lugar de zapato de cristal con una voz en una grabadora. Muy bueno. Un abrazo grandeeee
ResponderEliminarJajajaja, no lo habia pensado :)
EliminarBesos amig@mi@
Un relato buenísimo que va atrapando, como esa voz. besos
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