martes, 29 de noviembre de 2011

Mandatos familiares

Carina no era feliz. Aparentemente tenía todo. Había cumplido el mandato familiar de casarse, formar una familia. Sergio era un buen hombre, atento, gentil. Tenían tres hijos maravillosos. Pero aún asi no era feliz. Trabajaba de su profesión, tenía buenos ingresos, le gustaba lo que hacía. Pero no era feliz. No se sentía plena. A veces se enojaba consigo mismo, sintiendose una mujer desagradecida, insatisfecha.


Decidieron hacer un viaje, dejar a los chicos con los abuelos, salir de la rutina. La idea la entusiasmó, los preparativos la tuvieron atareada.

En el avión conocieron una pareja, con la cual inmediatamente simpatizaron. Carina especialmente, que se vio cautivada por ese par de ojos del color del mar. El destino quiso que fueran al mismo hotel, ellos se encargaron de contratar las mismas excursiones, combinar para comer los cuatro juntos, salir a tomar cafe, y recorrer la ciudad. Sergio estaba encantado con la alegria de Carina, hacia tanto tiempo que no la veia tan contenta, es más, no recordaba haberla visto asi nunca.

El viaje terminó. Regresaron a su hogar, no sin antes intercambiar telefonos, direcciones, y la firme promesa de seguir en contacto.

Pasaron unos meses, siguieron los encuentros, las charlas...

- "Quiero el divorcio".
Sergio la miró, incapaz de decir nada. Sus ojos mostraban el dolor que el no podia expresar.

Carina sufria por el. Pero nada podía hacer.

A la mañana siguiente, se despertó en otra cama. Una sonrisa iluminó su cara, al ver esos ojos azules que la habían subyugado. Carla la besó. Por primera vez en su vida se sentía feliz, egoistamente feliz. Y plena.



viernes, 25 de noviembre de 2011

Delfines


Paseaba por la estación de tren. Su aspecto despertaba el rechazo inmediato. Era de estatura media, zapatillas blancas con rayas plateadas, medias blancas, una pollera acampanada marrón que le llegaba a los tobillos y una camperita de algodón de color naranja. Llevaba el pelo corto, un poco más corto que la altura de los hombros, y era evidente que necesitaba un lavado. Entre los labios y la nariz una línea oscura no pasaba desapercibida. En el tren se sentó al otro lado del pasillo, a mi derecha. Sacó el teléfono celular mientras se balanceaba de una manera extraña. En la siguiente parada, un hombre se sentó frente a ella. Vi como la miraba, pero no dijo nada. Traía un vaso de café y unos sobrecitos de azúcar.  Parsimoniosamente, comenzó a echar los sobrecitos en el vaso. Uno. Dos. Tres. Cuatro. Quedaba aún uno más sin abrir.  Todos lo miraban. Nadie decía nada. El mismo habló:

      -  Me parece suficiente
      -   Sabé que no es nada sano lo que estás haciendo. Vas a tener diabetes
- A mi me gusta el café dulce.
- No es sano. Yo le pongo media cucharadita o una. Por eso soy flaca.
- Yo también soy flaco.
- Pero vas a tener diabetes. Hasta los caramelos como sin azúcar.
El hombre sonrió. Ella me miró y me dijo:
- ¿Tengo razón o no?
Asentí. No estaba segura de querer tener un dialogo con ella. Me puse a pensar que la había prejuzgado. Hablaba con coherencia. Sabía lo que decía.
Siguió dialogando con su compañero de viaje. Deje de prestarles atención.
Me sacó de mis pensamientos
- ¿A vos que te parece?
- que cosa?
- Lo que conté
- No sé , no escuché
- Ayer estuve en el banco, no me quieren ampliar el descubierto. Yo gano dos mil quinientos pesos. Tengo un ahorro que aumenta todos los meses. Y me dicen que hay una nueva ley que no permite ampliar el descubierto.

Era evidente su necesidad de hablar. ¿Que tenía que ver yo con todo eso? Siguió contando a cualquiera que quisiera escucharla, pero mirándome a mí.
- Keren- me dijo la empleada del banco, Keren soy yo. Es una nueva ley. No puedo ayudarte. La plata me la da el Ministerio de Acción Social. Me la dan todos los meses. ¿Por que no pueden agrandarme el descubierto?
Imaginé a la empleada del banco, ¿le habrá tenido esa paciencia?
Sacó un cuaderno y empezó a garabatear algo. Se lo mostró al hombre del café. Seguían hablando. No los escuchaba. En un momento perdí de vista al hombre. Keren seguía dibujando, arrancó la hoja y me la dio.
- Que es? me preguntó
- Un delfín
- Es para vos.

Le sonreí y lo guardé en mi bolso. Siguió dibujando, mientras decía que era diseñadora gráfica. Repartió sus dibujos a otros pasajeros. Después me dio varios más a mí. Me dijo que me iban a traer suerte.
Se levantó y se fue a seguir repartiendo delfines y encontrar gente dispuesta a charlar y escuchar sus historias.

martes, 22 de noviembre de 2011

Hoy

Hoy

tus ojos descubrieron

el horror,

palpaste el sufrimiento

lo sentiste,

lo viviste.

Tu mente comprendió

la fuerza de la maldad

la locura sin limites.

Hoy

conociste de cerca

la crueldad

la tristeza

de lo que fue,

sentiste pena

tanta pena!

por lo que pudo ser,

por las vidas

arrancadas,

cercenadas

sin piedad.

Hoy

con cicatrices

en el alma

sabes del mundo

del horror

y miseria humana.



lunes, 21 de noviembre de 2011

Derrotada









En el papel mojado
de lágrimas surcado
se desdibujan las palabras
humedecidas de llanto.
Latidos gastados
de tanto sufrir
sueños olvidados
que a morir se niegan.
Penas contenidas
en mi frágil corazón
buscan la salida.
a tanta desilusión.
Fuerzas que se agotan
la tristeza es vencedora
su victoria provoca
un intenso dolor.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Ella y el


Ella




Me caso. ¿Me caso? ¡Me caso! Es increíble. Bueno, no tanto. La verdad es que vengo trabajando en ello mucho tiempo. Jajaja, trabajando suena bien ¿no? Yo que odio trabajar, levantarme temprano, cumplir horarios, acatar órdenes… Yo nací para salir de noche, vestirme bien, con los mejores diseñadores, las marcas más caras, estar todo el día ocupada yendo al masajista, a la cosmetóloga, al cirujano para retoques menores, (al menos por ahora) ir al gimnasio, salir de compras con amigas como una, bueno, no tanto como una, porque es difícil encontrar verdaderas amigas, que no sean envidiosas y te tilden de superficial o hueca. Volviendo al tema, me caso con el príncipe de mis sueños: millonario, que digo millonario, multimillonario que me atiende como una reina y me da todos los gustos. ¡Es un bombón! Por suerte ni se le ocurrió hacerme firmar un acuerdo prematrimonial que está tan de moda ahora, no porque me piense divorciar, no por ahora, pero quien sabe…



El



Hoy me caso con una mujer maravillosa. Es tan dulce, tan sencilla, y tan pero tan hermosa. Cuando la conocí, quise impresionarla así que le pedí a Freddy que me prestara el yate. Quedó encantada. Después saqué un crédito en el banco para llevarla a los mejores restaurantes de la ciudad y comprarle algunas chucherías. Ella se merece todo, siempre me dice que no gaste, que ella me quiere por lo que soy. La verdad es que estoy muy endeudado, ya mis amigos no me quieren prestar más y mis padres me juraron que era la última vez que me prestaban plata que gasté toda para pagar la fiesta de casamiento en el mejor lugar del país. Tengo que trabajar muy duro para devolver el crédito y cancelar las deudas pero estoy seguro que “mi amorcito” me va a ayudar.



domingo, 13 de noviembre de 2011

Inevitable

Preparate para morir. Tenes los minutos contados. Te miro. Te estoy siguiendo los pasos. No hay sentimientos. Ni remordimientos. Está escrito. Es tu destino. No lo lamento, asi son las cosas. No puedo permitir que te escapes. No. No te apures, no corras...Estoy a un paso. Es sólo cuestión de segundos, son tus últimos instantes. No temas. Será rápido, un golpe seco, certero. Una muerte instantánea. No sentirás dolor, te lo prometo. Y sin más , baje el zapato y la aplaste.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Amor de colores

Roja nuestra pasión

Naranja la ternura

Amarilla la ilusión

Azules tus besos

Violetas las caricias

Rosadas las palabras

Blancos mis susurros

Verdes tus abrazos

Grises nuestros silencios

Celestes tus sueños y los mios

Amor de colores



martes, 8 de noviembre de 2011

Me haces falta

Me haces falta

no estas y tengo frio

me dueles en cada

hueco de mi alma

Me haces falta

el vacio de tu ausencia

hiere mis horas

que se desangran

en amargas lágrimas

Me haces falta

tu mundo ya no es el mio

quede fuera de tu vida

de ti estoy vacia.

Me haces falta

tu silencio es mi tormento

indiferente a mis anhelos

has cruzado la puerta

dejandome sola

casi muerta.

domingo, 6 de noviembre de 2011

¿Cómo decirte adios?

Tenemos toda la vida por delante. Siempre es así. Solo cuando llegamos a viejos pensamos en la muerte. No somos inmortales, aunque a veces lo olvidemos. Vivimos inmersos en nuestras diarias preocupaciones, corremos para pagar las cuentas a fin de mes, llegar al trabajo a horario, ir a buscar a los hijos, tramites, siempre peleando contra el reloj. No nos detenemos a pensar, no hacemos un alto en nuestro diario trajinar. Aunque no pensemos en ello el destino está marcado. Y nosotros no sabemos cuando nos toca. No estaba preparado para perderte. No imaginé quedarme solo a los cuarenta y cinco años. Sin mi compañera, mi sostén. El puto cáncer te llevó, te robó de mi lado.¿Cómo despertarme a la mañana sabiendo que no voy a ver más tu sonrisa? ¿Cómo empezar el día sin sentir tu cuerpo tibio dormido junto a mi? ¿Cómo mirar a nuestros hijos y verte en sus ojos, solo que más tristes? ¿Cómo mi amor, decime como?


Dejó la lapicera en el escritorio, miró a través de las lágrimas, una vez más el retrato de su esposa, se levantó y caminó pesadamente hacia la ventana…

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Soledad

Envueltos en silencio

sombras que danzan

anhelos que claman

palabras mordidas

sueños apagados

evocar el aroma

de una noche

de amor.





Encuentro de almas

miradas que hablan

manos que buscan

el calor que se va

susurros al viento

la luna se apaga

tremulo silencio

casi pernumbra

soledad.