Lo pensó mucho. La idea le vino así de repente. Y comprendió que era eso lo que debía hacer. No hubo dudas. Solo planear todo, minuciosamente, hasta el último detalle. No podía seguir así, y esto le pareció lo mejor. El riesgo era alto, las consecuencias graves, y en caso de ser descubierta…
Su vida se había convertido en un infierno, gritos, peleas eran el plato de cada día, y ella quería cambiar el menú. Analizó los pros y los contras, y aún cuando la verdad se descubriera decidió que valía la pena.
Esa noche, lo esperó con su deshabillé transparente, y la comida lista. El comió todo, sin siquiera sospechar. Cuando terminó de comer, ella se acercó mimosa, y le susurró al oído, “espero que lo hayas disfrutado, ya que es tu última comida”.
Original y muy buena la idea. Para tener en cuenta jajaj. ¡Te felicito! Besos
ResponderEliminarGracias Gladys, aunque te recomiendo que no tomes muy en serio la idea, jajajaja.
ResponderEliminarGracias. Un beso
mi favorito, sushi
ResponderEliminarpaso
ResponderEliminarARN ya la sabia. Besos
ResponderEliminarDany, pense que te gustaba el sushi... Vos te lo perdes.
ResponderEliminarPor lo menos quedo vivo... si como el sushi que aqui preparaste temo por lo que me pudiera ocurrir
ResponderEliminarPartamos de la base que yo no lo prepare, sino la protagonista de mi historia Dany.
ResponderEliminara veces realidad y fantasia se confunden
ResponderEliminarNo, para nada. No tengo esas inclinaciones asesinas, cocino con mucho amor.
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