lunes, 7 de abril de 2014

Fiesta de disfraces



Hace mucho tiempo que la amo. Nunca me animé a decirle nada. El miedo al rechazo, a la decepción, a perder su amistad fueron siempre barreras que detuvieron mis pocos y mínimos avances.
La conozco desde la escuela secundaria a la que concurrimos, y desde entonces siempre nos mantuvimos en contacto. Supe de sus amores, de sus desencantos... Estuve ahí para secar sus lágrimas, consolarla, conteniéndome para no estrecharla entre mis brazos y besarla.
Mi amor va más alla de lo que pueda expresar con palabras, es respirar a través suyo, es reír en su sonrisa, es comer en su boca, deleitarme con el perfume de su piel que me eriza sin tocarme.
La amo. Lisa y llanamente.
Cuando me llamó para avisarme que Julio organizaba un baile de disfraces de algún modo sentí que ese sería el día indicado para declarle mi amor. No sé por que. No me lo explico. Fue como una revelación que ése era el día señalado. Procuré no decirle a nadie mi disfraz para mantener el suspenso y poder sorprenderlos, en especial a ella.
Me mantuve un poco aparte, viendo a todos bailar y reír. El alcohol aflojaba corbatas que nadie llevaba ese día, invitaba a desinhibirse y disfrutar. Eso era justo lo que yo necesitaba.
La ubiqué con la mirada, disfrazada de hada madrina o algo así. Tan hermosa como siempre. Estaba en el medio de la pista bailando con un ratón. No me importó. Fui caminado lentamente, acercándome sensual y seductoramente. Me tropecé con la capa y me caí generando un gran alboroto. Todos me señalaban y se reían, sin que nadie se acercara a ayudarme. ¡Qué humillación, la puta madre! La máscara disimulaba perfectamente el rubor de mis mejillas. Carla exultante pidió a todos que se callaran, que tenia que decir algo importante. Yo seguía en el piso imaginando que mis sueño estaba a punto de concretarse, solo que al revés, ¡seria ella quien les anunciaría a todos su amor por mi!
- Amigos, esta fiesta tiene un objetivo. No quise adelantar nada hasta tenerlos a todos juntos, festejando con nosotros un amor que ya no puede permanecer en secreto. Quiero decirles a todos que he decidido unir mi vida con el ser más maravilloso que existe en la tierra.
No quise levantarme sabiendo que mis piernas no me responderían. Me pondría de pie en cuanto lo dijera. Ese sería mi momento...
- Acércate amor...
Mientras me ponía de pie para ir a su lado, el ratón la tomó por la cintura, me quedé mirándolos sin poder creerlo. El ratón que no era otro menos que Julio, se sacó la capucha y le dio un beso apasionado.
No pude seguir ahí mirándolos. Comencé a ir hacia el jardín, primero caminando, luego corriendo, hasta que con el impulso mis pies se elevaron del suelo, mi capa de Mujer maravilla se extendió y me alejé volando...

13 comentarios :

  1. Que desilusion, pobre chico! Con raZon alzo vuelo!
    ;o)

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    1. Era una mujer Marilyn, pero igual pudo haber sido un chico.
      Besos

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  2. La pobre!
    Menos mal que tenía esa capa, de lo contrario hubiera querido ser un topo y que la tierra se la tragase...
    Besos.

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  3. Tú escribes como la mujer maravilla.

    Besos.

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    1. Gracias Toro! Espero que la mujer maravilla escriba bien, jajajaja!
      Besos

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  4. Me esperaba este amor lésbico, no se porque lo intuí desde la primera línea.
    Así que creo que ya voy comenzando a conocer como escribís. Solo me quedó un dato por conocer, que colegio era? De todas formas, me gustó mucho como lo desarrollaste, porque a mi me llegó bien la caracterización de los personajes y la forma de pensar.

    besos

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  5. Jaja, qué casualidad, ayer vi la peli de super girl, una comedia de Cameron Diaz muy graciosa. Te la recomiendo.
    Un besote

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  6. ¡¡¡¡Le está bien empleado por ir disfrazado de mujer maravillaaaa!!!
    jajajajja
    genial relato.
    Besazo

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