-¿Que haces loca?
- Perdón no quise...
-¿Ves lo que me haces hacer?
- Jajaja, si, fue muy divertido, ¿no me digas que no?
- ¿Que tuvo de divertido besar a ese hombre?
- Si te hubieras relajado hubieras disfrutado, era un “bombonazo”.
- No se, no me fije.
- Si es lo que yo digo, si seguís así te vas a quedar para vestir santos.
-Seguro que me voy a quedar para vestir santos, pero por tu culpa. La gente ya empezó a creer que estoy loca.
- Y algo de razón tienen...
- ¿Cómo? ¡Que caradura! ¡Sos vos la que me hace hacer esas cosas!
- Si claro, pero las conciencias son inimputables.
Ay las conciencias...
ResponderEliminarMira que la mía me ha privado de mil cosas.
Y se queda tan fresca.
Besos.
Las conciencias son la condena del corazón.
ResponderEliminarBesazos.
Generalmente es mejor hacerles caso.
ResponderEliminarBesos Toro.
Es probable en algunas casos Maria Jose, pero generalmente es bueno escucharla.
ResponderEliminarBesos.
La conciencia no existe. Es una ficción que nos hemos inventado para no ser felices en nuestras acciones.
ResponderEliminarNo comparto tu opinión, Dany. La conciencia está presente en cada uno de nuestros actos, hay algunos que prefieren ignorarla, pero eso es otra cosa.
ResponderEliminarLa conciencia es la suma de mandatos inútiles a los cuales nos han sometido. Creemos que hay algo así llamado pero somos nosotros que no nos permitimos ser nosotros mismos y ese no permiso se lo atribuimos a la ficción llamada conciencia.
ResponderEliminarNo son mandatos inútiles, son normas, orden, sentido común o como quieras llamarlo, con el fin de no actuar de manera atolondrada, impulsiva. Es necesario revisar nuestros actos y acciones a fin de actuar. No podemos hacer lo que se nos antoja, asi sin más. Tus actos tienen consecuencias, no podes desentenderte de ellas Dany.
ResponderEliminarNo existen ni las normas ni el orden ni el sentido común. Existen solo los sentimientos y en función de ellos debemos actuar. Y cuando actuemos silo en función de eso viviremos en un mundo feliz y no rodeado de normas y orden que solo me hacen recordar a lis regímenes fascistas que vivían en el "orden". "prohibido pisar el césped" ( te dice algo?)
ResponderEliminarCreo, mi querido Dany,que estás equivocado. Las normas existen, y por supuesto que tambien los sentimientos. Es bueno escuchar al corazón, no lo niego, pero tambien es necesario combinarlo con la razón. La gracia es encontrar un justo equilibrio.
ResponderEliminarBesitos.
Las conciencias es lo que tienen...
ResponderEliminarPueden ser buenas o malas y si les da por lo segundo:
Olvídate.
:)
Besos.
La conciencia está y es mejor escucharla en la mayoría de los casos.
ResponderEliminarBesos Marinel ;0)
Es una rara sensación Anuar. Bienvenido !
ResponderEliminarYo creo, Gamur, que siempre hay que escuchar lo que nos dice el corazón, porque pienso que es ahí donde vive nuestra conciencia.
ResponderEliminarUn tema interesante, ciertamente...
Gracias por tu paso por mi blog, que me ha permitido descubrir el tuyo. Permíteme tomar sitio en él para poder seguir visitándote.
Te mando un abrazo!
Núria
Soy también de la opinión de que corazón y razón deben estar coordinados... Imagina un mundo solo dirigido por impulsos; no lo concibo porque sería un caos.
ResponderEliminarBesos, reina.
Es un gusto para mi Nuria recibirte en mi casa, bienvenida!
ResponderEliminarTal cual Towanda, un justo equilibrio es lo más aconsejable.
ResponderEliminarBesitos.
Si alguien me besara por sorpresa, no me molestaría su conciencia ;)
ResponderEliminarUn beso.
HD
Humberto supongo que más de una se alegrará saberlo.
ResponderEliminarUn beso.