Puse la foto en el escáner. Soy nueva en estos menesteres asi que seguí las instrucciones al pie de la letra. Apreté el botón de "scan" y esperé unos segundos. Saqué la foto y me quedé mirándola como una idiota. La imagen había desaparecido, es decir, no toda la imagen, aún estaba el tobogán y los árboles... ¿Cómo es posible? Compré el aparato para escanear fotos viejas, esas en blanco y negro. Tengo demasiado tiempo libre y pensé entretenerme, no imaginé nunca que podría borrar la imagen. Llamé a mi sobrino, le expliqué lo que me pasó y me dijo que era imposible, que me pusiera bien los anteojos. Me enojé, aunque no le dije nada. Era tarde, mañana iría a ver al vendedor para que me ayudara , asi que me fui a dormir. Dormir es una forma de decir, no pude pegar un ojo en toda la noche. Me levanté varias veces a ver la foto, imaginando explicaciones una más incongruente que la otra. A las siete de la mañana estaba lista para salir, di vueltas hasta las ocho, ya que el negocio no abría hasta las y media. Llegué cuando el muchacho terminaba de abrir. Le expliqué lo que me había pasado y me miró como si estuviera frente a una loca peligrosa. Saqué la fotografía de la cartera y se la di.
- Señora – dijo exasperado, en esta foto hay un tobogán y unos árboles, no hay ninguna nena subida al tobogán.
-Eso ya lo sé, le dije. Lo que estoy tratando de explicarle, es que había una nena y desapareció, se borró...
-Es imposible, dijo categóricamente
-Estaba la nena subida al tobogán, puse la foto en el escáner y cuando la saqué la nena había desaparecido.
-Si no está conforme con el aparato no tiene que inventar semejante historia, traiga el escáner en su caja original y le devolvemos el dinero.
Me empujó amablemente hasta la puerta. Me sentí una idiota. Nadie me creía.
Volví a casa. Fui directamente al aparato. Levanté la tapa y miré en su interior. Nada.
¿Qué esperabas? dijo una voz en mi cabeza, ¿que la nena te estuviera esperando?
Me preparé un té. Intenté relajarme, pensar con lógica, encontrar una explicación racional.
Nuevamente revisé el aparato minuciosamente, me fijé si tenía pegamento ( tal vez hubiera quedado la imagen pegada sin querer), miré si tenía alguna falla, algo que explicara lo que había pasado... Comencé a desesperarme. Estuve días yendo y viniendo, levantando la tapa y mirando adentro. Traje la lupa de Armando para una nueva y minuciosa revisación. Nada. Comenzaba a resignarme, a pensar que tal vez me hubiera equivocado de foto, que era imposible, que la nena nunca había exisitido, que me había confundido. Era la única explicación posible. me di un ultimátum, lo revisaría por última vez. Si no encontraba nada dejaría el tema por la paz. Me acomodé frente al escáner, levanté la tapa con mucho cuidado, y de pronto la vi. Al principio la imagen era borrosa, pero lentamente como si se pusiera en foco, se hizo clara y nítida. Allí no sólo estaba la nena de la foto subida al tobogán; también había otros niños que reían, corrían, se hamacaban y jugaban. Reconocí a varios, la nena del tobogán era yo misma de pequeña, allí estaba mi madre, y hasta creí ver a mi abuela de pequeña. ¡Se nos veía tan felices!...
La voz en mi cabeza preguntó, ¿cómo es posible que no los haya visto antes?
Y alguien desde algún lugar me contestó : Recién ahora nos ves con los ojos del alma...
Hola Gabriela.
ResponderEliminarEs una historia llena de ternura. Solo los ojos del alma, son capaces de ver más allá del tiempo y narrarlo de ese modo.
Gracias por tus palabras.
Saludos
Gracias a vos por tu comentario y por tu visita :)
EliminarMuy bueno!!! Cuantas cosas solo las vemos con los ojos del alma!
ResponderEliminar:o)
Cierto, a veces no nos detenemos a verlas.
EliminarUn beso Marilyn
Me encantó!
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Di !
EliminarAbrazo
Hermoso relato, "con los ojos del alma"
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias Lapis.
EliminarBeso
Tu imaginación es maravillosa.
ResponderEliminarMe encanta.
Besos.
Gracias !!! Besos Toro :)
EliminarGabriela. Se acaban las palabras ante tus relatos, éste especialmente me emocionó mucho. Tal vez porque me vi reflejado en tu persona, cuando veo con los ojos del alma aquello que una vez tuvimos tan cerca y hoy solo podemos compartirla en una fotografía.
ResponderEliminarGracias por el regalo que leí. Un abrazo.
Gracias a vos Roberto por tan lindas palabras. Beso
EliminarSiempre me dejas boquiabierta con tus historias, fantásticas, tiernas y emocionantes a la vez.
ResponderEliminarNada como mirar con esos ojos para ver mejor, mas nítido y con mucho más sentimiento...
Besos.
Si, ver con los ojos del alma aclara la visión , sin lugar a dudas.
EliminarGracias Marinel.
Beso
Hola, Gamyr.
ResponderEliminarUna historia fantástica que me ha encantado. Con los ojos del alma se ve TODO.
Felicidades, bonita.
Gracias Towanda :)
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