martes, 9 de julio de 2013

Un fantasma en el placard

La espiaba. Noche y día. Conocía sus pasos. Cada gesto. Cada movimiento. En la oscuridad del placard la imitaba. Reía como ella. La amaba y odiaba a la vez. La veía dormir. Peinarse. Hablar por teléfono. Soñar con su hombre. Por el agujerito de la cerradura de la puerta del placard. Se había instalado allí. Hace tiempo. Ella no lo sabía. Ni siquiera lo sospechaba. Pasaron meses. Años.
Una noche, mimetizándose con las sombras salió de su escondite. La miró por primera vez de cerca.
A la mañana siguiente nadie notó la diferencia.

20 comentarios :

  1. Un alma gemela no siempre es sinónimo de amor y salvaguarda, también hay almas gemelas nefastas.
    Un relato brillante.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. La inexistencia de ciertos seres, que pasan inadvertidos. Me gusta tu manera de narrarlo!
    Besos!

    ResponderEliminar
  3. Indiferente, asi nos sentimos algunas veces.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. Gabriela, los placares tienen un halo misterioso que hace volar nuestra imaginación sobre todo en las noches donde la soledad se hace dueña de nuestro ser, donde se esconden entre ropas duendes o fantasmas?, no lo sé.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Yo no lo he entendido muy bien.

    Lo sientoooooooooooooooooooooo.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Todo bien Toro! Las interpretaciones han sido variadas, la mía es la de una persona con doble personalidad, que sólo despues de mucho tiempo se animó a mostrar, y en su aspecto externo nadie notó la diferencia.
      Besos

      Eliminar
  6. Supongo que la poseyó ¿No?
    Besazo

    ResponderEliminar
  7. Me queda confuso el final, pensé que era un asesino. Quizás a esta hora de la madrugada mi cerebro no carbura.


    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Puedes releerlo cuando quieras, en algun comentario más arriba explique lo que quise decir.
      Besos

      Eliminar
  8. Me gustó. Tiene muchas interpretaciones; eso la hace interesante.


    un abraxo!

    ResponderEliminar
  9. Me gustan los relatos que dejan la puerta bien abierta a la imaginación ¡y a la subjetividad!
    Muy bueno, GaMyr.
    Un abrazo

    ResponderEliminar

Gracias por dejarme tu comentario :)