El orgullo de la gran ciudad se había cumplido. Ya tenía diez millones de automóviles. Las personas poco a poco habían ido desapareciendo. Las calles grises, contaminadas, habían destruído la vida humana. Los autos eran los dueños de la calle, ellos vivían felices. Avanzando y retrocediendo, estacionando y arrancando en una gran ciudad orgullosa. Aunque vacía, sin alma...
Inspirado en el microcuento : Diez millones de automóviles de Ramón Gómez de la Serna.
Nuestra sociedad: ¿evoluciona o involuciona?
ResponderEliminarEn algunos aspectos evoluciona, en otros...
ResponderEliminarGracias Dany por comentar :)
Se debería invertir más en un buen transporte público. No es el caso en Buenos Aires. Hoy tuve que viajar al centro en subte y parecíamos una lata de sardinas! (es verdad que esta mejor que hace 20 años...)
ResponderEliminarUn beso
Querida Gabriela, sera que las maquinas reemplazaron al hombre
ResponderEliminarUn abrazo
A veces en nombre del progreso se cometen errores graves.
ResponderEliminarUn beso Di.
Lapislazuli en algun punto las maquinas reemplazan al hombre, y es triste que eso suceda.
ResponderEliminarUn abrazo.
Nos están sustituyendo las máquinas desalmadas, qué impresión!!!
ResponderEliminarBesitos de anís.
Asi parece Sara.
ResponderEliminarBesos
cada vez que tomo la avenida General Paz, que es bastante seguido por cierto, pienso en esto mismo. En el infierno que se fue convirtiendo por la cantidad de autos que circulan. Por una lado todos tenemos derecho a tener un auto y viajar mas cómodos y por el otro...uf, si empiezo a enumerar los inconvenientes no termino más. Cosas de la modernidad, diría, a las que a veces nos cuesta muchísimo acostumbrarnos, porque la verdad sea dicha cada vez son y serán más
ResponderEliminarbesos
Esperemos que nunca este cuento se convierta en una realidad.
ResponderEliminarEsa impresión me la dan a mí los interminables edificios de apartamentos.
Un besote, Gamyr
Es el precio de la modernidad Laura.
ResponderEliminarBesos
Asusta pensar que algo asi pueda pasar amig@mi@, te entiendo.
ResponderEliminarBesos
El progreso no parece ser siempre un adelanto... Besos
ResponderEliminarLa verdad que no siempre lo es.
ResponderEliminarBesos Hanna
Me hago la misma pregunta cada día del primer comentario...
ResponderEliminarMe gusta mucho tu blog Gabriela, me alegra haberlo descubierto.
Un saludo desde Madrid.
Gracias Eva, el gusto es mio :)
ResponderEliminarUn saludo