Promesas incumplidas
mil palabras floridas
ya no creo más en tus mentiras.
Alegraste mis dias
con canciones y poesias,
hoy digo basta
terminó la hipocresia.
Me deje llevar
en tu mar de dulzura,
que me hizo dudar
de mi propia cordura.
No hay argumentos
que me puedan convencer
aceptalo de una vez,
hoy te toca perder.
Decir adiós cuesta, pero cuando por fin salen de tu vida, se siente un gran descanso.
ResponderEliminarBesos!
Al decir adios una parte de nosotros tsmbien se va.
ResponderEliminarbesos Eurice.
cuando se cierra una puerta se abre una ventana
ResponderEliminarsi abris la ventana entra el pata de lana
ResponderEliminarEs posible Dany.
ResponderEliminarjajajaja, solo si lo dejas entrar Aida !
ResponderEliminary bueno, a lo mejor el pata de lana se porta mejor
ResponderEliminarLaura, vos decis?
ResponderEliminarCuando decimos adios puede dolernos mucho, pero nos sentimos bien con nosotras mismas si es que una venda cayó de nuestros ojos.
ResponderEliminarSiempre se aprende.
Un beso.
Ja ja ja ja Los pata de lana tienen lo suyo :)
ResponderEliminarDuele cerrar etapas, circulos. Pero es absolutamente necesario Dondelohabredejado.
ResponderEliminarJajaja, no se...
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