Fue un viaje largo. El lugar donde nos trajeron es oscuro. No me gusta. Prefiero el aire libre. No tengo con quién hablar. Ellos creen que soy un inadaptado. Que voy contra mi naturaleza. Me importa poco lo que piensan. Tiene que haber otros como yo, que quieran rebelarse, aún a costa de nuestra propia vida. Nacimos para matar, para destruir, para hacer el mal. Cuanto más daño hagamos más nos valoran. Estamos en este sótano apilados: rifles, escopetas, granadas, revólveres...Hay cientos, miles... Perdí la cuenta. Somos muy valiosos, nos tratan con cuidado. Aún así yo no nací para esto. Vaya a saber qué material hay en mí que me hace rebelde, navego contra la corriente, con la esperanza que haya otros como yo, sólo no puedo hacer mucho. Intento correr la voz, que nos alcemos contra este destino cruel, que no sigamos destruyendo.
¡Ayuda!-
Nadie me responde. Están acostumbrados a mis reclamos, a mis lamentos...
De pronto alguien me toca, siento una tibieza inesperada. Una dulce voz me encara.
- Me costó mucho llegar hasta aquí, estaba en otro cargamento, escuché de vos y no paré hasta encontrarte. Tu pedido de ayuda terminó de ubicarme. Miré hacia atrás y vi a la escopeta más sexy que jamás haya conocido. Sus formas eran fantásticas, con curvas aerodinámicas y un color especial.
Hablamos en susurros para que nadie nos delatara. Me contó que hace unos meses mató a unos jóvenes y eso la hizo reflexionar. Estaba totalmente de acuerdo conmigo que había que terminar con esta guerra absurda.
Quedamos en encontrarnos más tarde cuando todos durmieran. Fue imposible. A medianoche vinieron a buscarnos. Miles de hombres nos cargaron y comenzaron a usarnos. No supe más nada de ella. Muertes, humo y pólvora es lo último que recuerdo. Cuando desperté ella estaba a mi lado. El sol calentaba mi cuerpo y me sentía liviano.
-¿Dónde estoy? pregunté con una voz que no reconocí como propia.
Estamos a salvo me contestó. Y volví a dormirme.
Excelente relato anti bélico.
ResponderEliminarGracias, si ayudara en algo me sentiria un poco mejor, sobre todo hoy.
EliminarBeso
Pobres armas....
ResponderEliminarQue triste destino el suyo.
Besos.
Muy triste Toro.
EliminarBeso
Aun estamos en shock por el asesinato de los tres estudiantes israelíes...es una salvajada tan grande....mirá si todos tienen tu mismo sueño, que diferente sería el mundo.
ResponderEliminarUn beso
Seria muy diferente Karin... Antes de enterarnos del asesinato habia escrito esto:
Eliminarhttp://bastadigo.blogspot.co.il/2014/06/dolor-que-se-multiplica-por-tres-por.html
Gracias. Besos