jueves, 20 de marzo de 2014

Remedio contra la rutina y el aburrimiento

Desde que la conocí mi vida cambió. La amo profundamente. La diferencia de edad nunca me importó y a  ella tampoco. El problema es otro. Sus constantes cambios de humor. Al principio lo atribuí justamente a su juventud. Luego comprendí que nada tiene que ver. Un día es una mujer sexy y provocativa y al siguiente puede resultar una adolescente desequilibrada. A veces parece mayor que yo con actitudes que me desconciertan. Es atolondrada y tranquila; despistada y concentrada; exquisita y vulgar con diferencia de días y hasta de horas. Si bien en el comienzo de la relación fue motivador y vivificante, con el tiempo se convirtió en algo difícil de manejar y entender.

Decidí hablarlo con ella y para mi sorpresa me dió la razón.
- Yo también lo he notado amor, y te juro que no sé que hacer. Ni yo misma sé con que humor empezaré el día. Estoy desconcertada.
Fuimos juntos a ver a su médico que tras hacerle exámenes rutinarios nos citó para informarnos que clínicamente estaba todo bien y nos sugirió una consulta psicológica.

Estuvimos de acuerdo y Carla comenzó un tratamiento. Meses más tarde nada había cambiado. Frustrados decidimos dejar el análisis ya que el costo nos era difícil de afrontar, además que no había dado ningún resultado.

Una tarde Carla llegó hecha una furia, me insultó, tiró adornos, cuadros y muebles. Luego lloró inconsolablemente. la situación era desesperante. No sabíamos que hacer, a quien recurrrir. La gente nos tomaría por locos.

Cuando mi hermana llamó para avisar que venía unos días de visita temblé. Si a Carla le daban algunos de sus ataques no sabría donde meterme. Rogaba en silencio cada día que nada delatara el infierno que estabámos viviendo. No tuve suerte. O si. Depende del punto de vista que se mire. Inmediatamente Inés notó los bruscos cambios de humor de mi amada. Sin embargo no dijo nada.

Terminada su visita, mi hermana Inés me abrazó y me dijo algo que me dejó sin habla:
- Carla asume las personalidades de la ropa que usa. Como asidua compradora de prendas de segunda mano tu mujer absorbe la energía de su antigua propietaria. Eso explica sus cambios de humor tan extremos y variados.

Inés cerró la puerta y yo me quedé asimilando lo que me había dicho. Me senté en el sillón y me quedé ahí inmóvil. Cuando Carla llegó me encontró allí sentado. No se cuántas horas pasaron. Por suerte llegó de buen humor y aproveché para contarle mi decisión, que la dejó boquiabierta.
- Mañana voy con vos a la feria americana, decidí renovar mi guardarropas.

Imagen Ma. Angeles Rodriguez Diaz- Artelista

18 comentarios :

  1. Me ha encantado!
    Es un relato con una temática súper original...absorber el carácter de quien usó primero la prenda...
    Caray, no había más remedio que comprar ropa nueva, nuevita para y exclusivamente ella, sólo que...que carácter sería finalmente el suyo en realidad???
    Ahhhh
    Muy bueno.
    Besos.

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    1. Eso no lo habia pensado Marinel, cual seria su verdadero carácter?
      Besos

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  2. Muy ingeniosa otra vez.
    La ropa, siempre nueva.

    Besos.

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    1. Jajajja, gracias :)
      Hay muchas mujeres que aman las ferias americanas. Los hombres menos. Por que sera?
      Besos Toro

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  3. Hola, Gamyr.

    ¿Asumir la personalidad de la ropa que usa..? Es muy original, me encanta.
    Unos besos.

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  4. Que original!!
    Empezare a prestar atencion en algunas personas
    Por las dudas me inclino a comprar ropa nueva
    Abrazos

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  5. Jamás uso ropa de otro, quizás inconcientemente tengo el temor de tomar otra personalidad. Tu relato impecable como siempre.
    Saludos.

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  6. Buenísimo, Gaby. Me encantó ese final tan inesperado. Te felicito.
    Abrazos

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  7. Voy a hurgar más bajo la falda de este blog...

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    1. Bienvenido Jordim. Te advierto que uso mas pantalones que faldas ;)

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  8. ¡Que observadora la hermana! :P
    Muy buen relato.
    Besazo

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  9. Jajaja, ¡qué bueno! No esperaba que fuera por ahí el relato, me encantó la sorpresa...
    Voy a ver qué ropas tengo en mi placard, jajaja, quizá mis cambios de humor se deban a eso...
    Un besito

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  10. Me quedé con ganas de seguir la historia. Que curioso. Muy divertido, por suerte yo uso ropa 0km y mis cambios de humor son de cosecha propia.
    un beso

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