Decidí hablarlo con ella y para mi sorpresa me dió la razón.
- Yo también lo he notado amor, y te juro que no sé que hacer. Ni yo misma sé con que humor empezaré el día. Estoy desconcertada.
Fuimos juntos a ver a su médico que tras hacerle exámenes rutinarios nos citó para informarnos que clínicamente estaba todo bien y nos sugirió una consulta psicológica.
Estuvimos de acuerdo y Carla comenzó un tratamiento. Meses más tarde nada había cambiado. Frustrados decidimos dejar el análisis ya que el costo nos era difícil de afrontar, además que no había dado ningún resultado.
Una tarde Carla llegó hecha una furia, me insultó, tiró adornos, cuadros y muebles. Luego lloró inconsolablemente. la situación era desesperante. No sabíamos que hacer, a quien recurrrir. La gente nos tomaría por locos.
Cuando mi hermana llamó para avisar que venía unos días de visita temblé. Si a Carla le daban algunos de sus ataques no sabría donde meterme. Rogaba en silencio cada día que nada delatara el infierno que estabámos viviendo. No tuve suerte. O si. Depende del punto de vista que se mire. Inmediatamente Inés notó los bruscos cambios de humor de mi amada. Sin embargo no dijo nada.
Terminada su visita, mi hermana Inés me abrazó y me dijo algo que me dejó sin habla:
- Carla asume las personalidades de la ropa que usa. Como asidua compradora de prendas de segunda mano tu mujer absorbe la energía de su antigua propietaria. Eso explica sus cambios de humor tan extremos y variados.
Inés cerró la puerta y yo me quedé asimilando lo que me había dicho. Me senté en el sillón y me quedé ahí inmóvil. Cuando Carla llegó me encontró allí sentado. No se cuántas horas pasaron. Por suerte llegó de buen humor y aproveché para contarle mi decisión, que la dejó boquiabierta.
- Mañana voy con vos a la feria americana, decidí renovar mi guardarropas.
Me ha encantado!
ResponderEliminarEs un relato con una temática súper original...absorber el carácter de quien usó primero la prenda...
Caray, no había más remedio que comprar ropa nueva, nuevita para y exclusivamente ella, sólo que...que carácter sería finalmente el suyo en realidad???
Ahhhh
Muy bueno.
Besos.
Eso no lo habia pensado Marinel, cual seria su verdadero carácter?
EliminarBesos
Muy ingeniosa otra vez.
ResponderEliminarLa ropa, siempre nueva.
Besos.
Jajajja, gracias :)
EliminarHay muchas mujeres que aman las ferias americanas. Los hombres menos. Por que sera?
Besos Toro
Hola, Gamyr.
ResponderEliminar¿Asumir la personalidad de la ropa que usa..? Es muy original, me encanta.
Unos besos.
Gracias Towanda.
EliminarBesos
Que original!!
ResponderEliminarEmpezare a prestar atencion en algunas personas
Por las dudas me inclino a comprar ropa nueva
Abrazos
Jajaja, te di una idea?
EliminarBesos
Jamás uso ropa de otro, quizás inconcientemente tengo el temor de tomar otra personalidad. Tu relato impecable como siempre.
ResponderEliminarSaludos.
Viste? No lo habias ni pensado.
EliminarGracias Roberto :)
Buenísimo, Gaby. Me encantó ese final tan inesperado. Te felicito.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias amig@mi@ :)
EliminarAbrazo
Voy a hurgar más bajo la falda de este blog...
ResponderEliminarBienvenido Jordim. Te advierto que uso mas pantalones que faldas ;)
Eliminar¡Que observadora la hermana! :P
ResponderEliminarMuy buen relato.
Besazo
Gracias Dolega :)
EliminarJajaja, ¡qué bueno! No esperaba que fuera por ahí el relato, me encantó la sorpresa...
ResponderEliminarVoy a ver qué ropas tengo en mi placard, jajaja, quizá mis cambios de humor se deban a eso...
Un besito
Me quedé con ganas de seguir la historia. Que curioso. Muy divertido, por suerte yo uso ropa 0km y mis cambios de humor son de cosecha propia.
ResponderEliminarun beso