Lo veía a diario. Y su amor por el sólo crecía y crecía. Lo miraba en silencio, sabía sus movimientos, conocía sus gestos de memoria. Cuando hablaba miraba fijamente su boca, imaginaba sus labios sobre los suyos, haciéndola estremecer. Cuando le daba un documento, se quedaba inmóvil, soñando que esas manos la acariciaban a ella
Por las noches, en su casa, antes de dormir, le bastaba cerrar los ojos para verlo aparecer, sonriéndole como sólo él sabía hacerlo, hablándole con esa voz que la envolvía, extasiándola. La realidad es que cruzaban pocas palabras, las necesarias. El nunca sacaba tema de conversación fuera de lo laboral, y ella no se animaba a hacerlo.
Lo amaba tanto que ya era doloroso. Llevaba meses enteros así, suspirando por él. Su cuerpo temblaba ante su presencia, imperceptiblemente para todos, pero no para ella. El corazón se le agitaba en el pecho, sentía el fluir de la sangre a borbotones cuando él estaba cerca.
Una tarde sus compañeros organizaron una salida para todo el personal. A la noche se encontrarían en un pub. ¡Se sentía tan feliz! Era la oportunidad que tanto tiempo había esperado. Estar con Carlos, poder charlar con él acercarse finalmente a ese hombre que le quitaba el aliento.
Se arregló y se maquilló con esmero. Se puso un vestido rojo, escotado y sexy. Estaba seguro que se fijaría en ella. Hablarían toda la noche, se reirían a carcajadas, tomarían una copa, o dos, o tres, y luego… ¿Quién sabe? Estaba excitada, ansiosa. A las diez llegó. Vio a varios de sus compañeros que le silbaron con admiración al verla entrar, ella ni se inmutó. Buscaba con la mirada a Carlos, el lugar no estaba demasiado iluminado, mas pronto lo divisó. Estaba con Jimena de Contabilidad. Estaban apartados del grupo, tomando y riendo animadamente. Ni siquiera la miró. Sintió su corazón deshacerse en pedazos. Vivió demasiado tiempo ilusionada, y ahora su sueño se hizo añicos, así, sin previo aviso, sin anestesia. Las lágrimas fluyeron, como si una compuerta se hubiera abierto de golpe. No podía detenerlas, tampoco le importaba demasiado hacerlo.
Regresó a su casa abatida. Se acostó y cayó rendida, en un profundo sueño inquieto.
A la mañana desayunó y se vistió para ir a trabajar. No se maquilló como era su costumbre. Tomó sus cosas y salió. Al llegar a la oficina notó con pesar que Carlos aún no había llegado. No quiso pensar en el motivo de su demora. No iba a torturarse más. Era una mujer adulta y entendía que había perdido. De niña había aprendido que no siempre se puede ganar. Carlos llegó y no pudo evitar que su corazón se acelerase. Se acercó lentamente, muy seria, pero decidida. Se paró frente a él, que la miró sorprendido. Tomó el arma que tenía escondida entre su ropa y disparó...
Jo, un poco bestia no?
ResponderEliminarPobre Carlos.
Un final impactante y contundente. Muy bueno. Un fuerte abrazo y muchas gracias por tu compañía.
ResponderEliminarMe has dejado impactada.Jamás pensé en ese final...desde luego el amor,en su caso,la transformó en un monstruo.
ResponderEliminarPobre mujer,me dió pena.
Un besazo.
hola GaMyr,
ResponderEliminarcada palabra tuya la siento como si hubiesen sido mías... Así es tu escrito: tan emotivo que me lleva a aquella esquinita de mi corazón donde los recuerdos juegan un papel muy importante
un abrazo fuerte^^
Te sigo con mucho gusto^^
Te parece Toro? jajaja
ResponderEliminarGracias a vos Delfin :)
ResponderEliminarSi, el amor a veces se transforma en obsesión...
ResponderEliminarBesos Morgana
Me alegro Rebecca que pueda tocar tu corazón. Pero por favor no mates a nadie, jajaja.
ResponderEliminarOtro abrazo para vos :)
Caray,para nada me esperaba ese final!
ResponderEliminarUn beso.
Hola GaMyr, impactante final...
ResponderEliminarNo creo que valga la pena matar por amor terminar en una condena de por vida, cuando puedes encontrar caminos que te lleven nuevamente a una bella felicidad. Me gustó mucho el relato, no paso seguido, pero cuando lo hago siempre encuentro buenas letras.
Un gran saludo
A donde pueden llevar una obsesión, muy bueno
ResponderEliminarUn abrazo
Jolín habrá que extremar las precauciones y no fiarse jajaj. Un beso.
ResponderEliminar…gracias por tu visita… tus palabras
ResponderEliminarY tu cariño, mi acuse de recibo será
Para todos iguales por falta de salud
Y tener hora en visita médica.
Muchas gracias y te dejo mi cariño
También, nos veremos.
Besos
Marina
Que bueno que te haya sorprendido Marinel.
ResponderEliminarBesos
Gracias Roberto, seguro que no es bueno matar por amor, y por ningún otro motivo.
ResponderEliminarPuedes pasar cuando quieras, siempre bienvenido :)
Si, las obsesiones son peligrosas.
ResponderEliminarOtro abrazo para vos Lapislazuli.
Extrema las precauciones Karras ;)
ResponderEliminarBesos
Nada debes agradecer, siempre es un placer leerte y recibirte en mi casa.
ResponderEliminarQue te mejores :)
La finalidad de un buen cuento o una buena historia es entregar un mensaje, entretener, hacer sonreír o sorprender al lector con un finál imprevisible. Pues tu lo has logrado.
ResponderEliminarMe gustó mucho como desarrollas los pensamientos de la protagonista de una manera vívida e intimista. Logras un personaje muy real.
Nota: Espero más relatos así
Gracias por tus comentarios en mi blog
Gracias Daniel, tus palabras me halagan.
ResponderEliminarMuy bien escrito, de principio a fin mantienes al lector entretenido. Impactante final!. Su amor se conviertió en una obsesion, que peligroso.
ResponderEliminarLas obsesiones son siempre peligrosas.
ResponderEliminarGracias Marilyn !
Hola he leído ahora mismo el reato,que impactante final,me a gustado " Inmenso amor "un saludo y buenas noches.
ResponderEliminarGracias por tu visita y comentario.
ResponderEliminarSaludos :)