Conocí un duende, un ser luminoso y dulce que me cautivó. Se metió en mi vida despacito, lentamente, sin que me diera cuenta casi.
Aprendió a conocerme, a entenderme. Y su presencia hoy es para mi vital.
Mi duende me acompaña adonde vaya, a veces se deja ver y otras no. Cuando la gente lo ve no sabe quien es, solo yo lo conozco en realidad. El se metió en mi alma y yo en la suya, y un hilo invisible nos mantiene unidos, más allá de todo y de todos.
Mi duende es mi confidente. Y mi amigo.
La vida me premió con un ser especial, único y maravilloso.
Qué lindo! Seguramente el duende estará muy feliz con estas palabras que le dedicaste.
ResponderEliminarUn abrazo, que tengas muy lindo día.
Espero que si! Otro abrazo para vos
ResponderEliminarMuy bien! Nada de príncipes (ni azules ni verdes, hablemos de duendes!
ResponderEliminarxD
Asi es, los duendes son menos complicados.
ResponderEliminarGracias No Cindy por tu visita y bienvenida!
Que suerte tiene quien a su duende encuentra. La protege día y noche, vela sus sueños, comparte sus alegrías, llora sus lágrimas,la acompaña a vivir.
ResponderEliminarAsi es Laura soy muy afortunada.Gracias por tu visita ☺
ResponderEliminarCuanta dulzura en tus palabras. Felicitaciones!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarGracias Daniel por tus felicitaciones.
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